martes, 22 de noviembre de 2011

Sentimientos

despertar un día cualquiera y verlo todo de color diferente al del día anterior, levantarte de la cama y ver que las cosas han cambiado de sitio, mirarte al espejo, y ver que ya no eres la misma, las personas de  tu alrededor las ves diferentes y sobre todo tus sentimientos han cambiado... Te preguntas que ha pasado pero no tienes respuesta, cansada de preguntar llegas a la conclusión que nunca hay respuesta para nada. Son tantas preguntas para tan pocas respuestas, que ya ni te molestas en preguntar. Siempre es lo mismo, vuelves a la cama, te tumbas y te pones a pensar, piensas en demasiadas cosas cuando entonces ves infinidad de pañuelos alrededor y la almohada algo húmeda, te viene a la cabeza que la noche anterior estuviste llorando, pero no recuerdas el por qué o no lo quieres recordar. Piensas que es mejor así, no acordarse, y te pones a pensar en otra cosa, pero solo puedes pensar en algo, te viene él a la cabeza, él, esa persona que tanto quieres y te hace sentir tan especial, cuando de repente empiezas a sentir algo dentro, en el estómago… no, no son como mariposas, es algo distinto, quizás miedo. ¿Miedo, de qué? Se queda en el aire la pregunta. Intentas ser fuerte o por lo menos aparentarlo pero no puedes, has llegado a lo que llaman las personas, el tope, el límite, y ves como todo se te viene encima y poco a poco empiezas a recordar el por qué de lo de la noche anterior. Mientras se te cae suavemente una lágrima por esa mejilla sonrojada, una lágrima frágil como de cristal, débil como tu corazón en ese mismo instante… ¿Cuántas lágrimas habrán caído esa noche? Cuantas… No quieres derramar ninguna lágrima mas, te levantas de la cama y te secas las lagrimas con la manga del suéter, vas decidida al lavabo abres el grifo de la bañera y lo dejas abierto para que se llene mientras va saliendo el vapor y se empañan los cristales. Te vas desvistiendo y apagas el grifo, te metes despacio hasta llegar al cuello, te sumerges pensando que así te olvidarías de todo, pero no, es demasiado fuerte lo que sientes, es una lucha constante entre tu corazón y tu mente, cuando siempre se lleva la victoria el corazón, órgano sabio, nunca se equivoca, ¿Cómo puede ser eso?, otra pregunta sin respuesta pero tampoco te interesa mucho esa respuesta, así que lo dejas estar. Sales a la superficie cogiendo una gran cantidad de aire cuando se te viene una imagen a la cabeza… Tú y él, los dos, solos, sin nadie más en una playa desierta. Te van viniendo muchos recuerdos bonitos junto a él pero te resistes y te vuelves a sumergir . ¿Por qué tiene que ser tan complicada la vida? o ¿ somos nosotros que nos la complicamos demasiado?.

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